Foto: Spacio Libre
Publicado originalmente en Spacio Libre
En una marcha sin precedentes en la reciente historia democràtica, contra un candidato a la presidencia, miles de personas se movilizaron por las calles de Lima, para protestar en contra de Keiko Fujimori, candidata de Fuerza 2011, hija y exprimera dama del gobierno del exdictador Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisiòn por delitos de lesa humanidad.
La marcha, que arrancó cerca de las 3:30 de la tarde, de la Plaza Dos de Mayo, se dirigió por la avenida La Colmena, llegando a la Plaza San Martín, y transitando, la avenida Abancay, Grau, Wilson hasta llegar al Campo de Marte, donde finalmente se emitió un pronunciamiento suscrito por todas las organizaciones convocantes.
Al grito de «Por justicia y dignidad Fujimori Nunca Más», jóvenes universitarios, organizaciones de derechos humanos, familiares de las víctimas del régimen fujimorista, colectivos estudiantiles, artísticos, centrales sindicales y diversas personas, marcharon para expresar su rechazo a la posibilidad que Fujimori pueda ganar la presidencia de la República, tan sólo dos años después que su padre fuese sentenciado.
Con comparsas musicales y representaciones artísticas la marcha llegó hasta el Campo de Marte, donde la fiesta continuó hasta horas después de concluida la actividad.
La marcha contra Fujimori, se cruzó entre las avenidas 28 de Julio y Arequipa, con un grupo algo más de 50 personas que, decìan pertenecer a un Colectivo denominado “No a Hugo Chávez” portando polos blancos y carteles con el mismo nombre que esperaban a la Marcha por la Dignidad que se dirigía hacia el Campo de Marte. Fue necesario la intervencion policial para evitar algún enfrentamiento.
A pesar de la organización, no faltaron hechos aislados de agresiones a algunos periodistas, hechos que fueron censurados por Rocío Silva Santisteban, Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, una de las organizaciones que convocó a la movilización.
Pese a ese hecho aislado, la movilización fue una fiesta popular, que deberá traducirse en las urnas el próximo domingo 05 de junio. Si no fuese así, el llamado está hecho: Ciudadanos vigilantes ante cualquier intento de derrocar la democracia y atentar contra los derechos humanos.
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Francisco Pérez García - Periodista 