Publicado originalmente en Spacio Libre
Me ha tocado hoy, por cosas de la chamba, hablar con un grupo de jóvenes sobre las elecciones y la coyuntura de esta segunda vuelta. Cuando me dijeron hace dos semanas para hacer la charla, estaba motivado, busqué información, manejé varias ideas y todo bien, pero conforme fueron pasando los días y los dimes y diretes se venían uno tras otro y las amenazas y boquillazos eran más fuerte, se volvió más difícil mantener un ánimo positivo.
Hoy cuando estuve frente a ellos, me resultó tan complicado hablarles sobre la coyuntura electoral y el futuro cercano, sin deprimirlos ni pintarles un cuadro apocalíptico. Es decir, como le pintas a un grupo de estudiantes, que la cosa está horrorosa, que las posibilidades que tenemos no son para nada agradables.
Es más, las veces que he conversado con ellos en otras ocasiones, les recomiendo leer,
informarse, escuchar y ver noticias, pero… ¿cómo demonios iba a recomendarles que
consumieran medios si todos están (¿estamos?) alineados con alguna posición? o peor aún, una minoría absurda pero de gran influencia dejó de lado el periodismo para dedicarse al chismorreo barato y la manipulación grosera.
Sentí vergüenza ajena, hacer deslindes de lo que otros hacen es poco común, pero ahora sí hay que hacerlo… lo siento pero esa práctica mentirosa y manipuladora no es periodismo. Les recomendé entre otras cosas, navegar en la web, crearse una cuenta en twitter, seguir a determinada gente en Facebook, finalmente esos son los espacios donde corre informaciòn algo màs válida, revisar webs extranjeras que sacan noticias de nuestro Perú, que no vemos aquí.
El panorama electoral de por sí es deprimente, la gente pensando y hablando cosas fuera de lugar, la intolerancia a más no poder y estos chicos van a ir el domingo 05 a votar por algo que no saben que es… En el 2000 con 20, 21 o 22 años la teníamos más clara, la consigna era no a la dictadura y “sanseacabó” pero ¿ahora? ¿què variantes tenemos? Antes, mal que bien, tenìamos a Toledo… pero ¿hoy?
No me sentí con la mínima convicción de decirles, “deberían votar por Humala”… tampoco les pedí que me dijeran por quien pensaban votar… sólo les planteé lo que había en el mercado: Fujimori y Humala con sus activos y pasivos…
Lo que si dije con mucha convicción, fue que “salga quien salga, sea Keiko, sea Humala, los que estamos aquí, debemos, al margen de nuestro voto, decirle al señor o la señora en menciòn que tontos no somos, que estaremos alertas y vigilante y que al primer indicio de querer patear el tablero, estaremos al frente de Palacio para exigirle que no se le ocurra destruir esta endeble democracia que tanto nos costó recuperar”.
Supongo que el 05 de junio, mas que una elección será un examen de conciencia, una especie de amor prohibido entre el elector y su cédula… una relación que puede hacernos daño… pero lo cierto es que no se puede abdicar… hay que defender lo que hemos logrado. No me digas por quien vas a votar sólo hazlo… y después te quiero ver a mi lado en la calle cuando haya que hacerlo.
Francisco Pérez García - Periodista 